- Los operarios de la granja propinan patadas y lanzan a los patos
- Golpean a los animales contra la pared hasta acabar con su vida
- Denuncian que las aves viven entre cadáveres en estado de descomposición
- La carne de pato se comercializa en supermercados asiáticos en España
- La empresa cárnica ha recibido 1,8 millones de euros de fondos europeos en los últimos años
- Los hechos han sido denunciados por la asociación ARDE ante las autoridades
Lisboa, a 30 de septiembre de 2025. Una granja avícola ubicada en la región portuguesa de Benavente, ha sido denunciada por la asociación española de protección animal ARDE, por presuntos delitos de maltrato animal. Los operarios propinan patadas a los patos y les lanzan por los aires. Les golpean repetidamente contra paredes para sacrificarlos. Se han documentado patos enfermos y heridos sin atención veterinaria. La carne de pato de esta explotación se vende en supermercados asiáticos en España.
Las imágenes que salen a la luz hoy gracias a la entidad de protección animal ARDE corresponden a una investigación que tuvo lugar en julio de 2025 en una granja avícola, formada por 38 naves con 270.000 patos. Quinta da Marinha es la mayor granja de patos de Europa y se ubica en la región de Benavente, a 40 kilómetros de Lisboa.
Una cámara oculta documenta cómo operarios propinan patadas a los patos, les agarran del cuello y a otros les lanzan por los aires. Un trabajador lanza a las aves a un camión, donde otro las coge y las introduce bruscamente en cajas, aplastando sus alas. Varios patos quedan en el suelo, uno de los trabajadores los coge uno a uno y les golpea repetidamente contra una pared hasta que quedan inconscientes. Varios animales quedan en el suelo, algunos convulsionan. De acuerdo a Silvia Gimeno, veterinaria colegiada, se trata de “prácticas de maltrato intencionado por parte del personal y métodos de sacrificio ilegales e inhumanos”.
La investigación demuestra cómo centenares de patos de escasas horas de vida se depositan unos sobre otros en bidones. Algunos pían sin cesar al verse atrapados entre cáscaras de huevo y cadáveres de otros patos. Julia Elizalde, portavoz de ARDE, afirma: “La violencia hacia los animales es brutal. Hemos documentado cómo tratan a los animales como basura, incluso se han encontrado patos con traumatismos aún vivos en los contenedores de la granja, junto a cadáveres en avanzado estado de descomposición, moscas y larvas”.
El lugar presenta un ambiente insalubre, con gran cantidad de excrementos acumulados en el suelo. La mayoría de los patos tienen el plumaje sucio por el barro y conviven con cadáveres. La cámara capta animales agonizando, otros incapaces de moverse sin atención veterinaria. Se observan animales con problemas locomotores como “splay leg” o síndrome de las patas abiertas, así como otros con heridas y síntomas de picaje. ARDE ha denunciado estos hechos ante la policía portuguesa por presuntos delitos de maltrato y abandono animal, tipificados en los artículos 387 y 388 del Código Penal portugués, así como presuntas infracciones administrativas a la Directiva 98/58/CE, el Reglamento 1099/2009 de manejo y sacrificio de animales, el Reglamento 1/2005 sobre transporte de animales vivos y el Reglamento 1069/2009 sobre la gestión de cadáveres y bioseguridad.
Desde la ONG denunciante, exigen el cierre inmediato de las instalaciones y la exclusión de esta empresa para optar a ayudas de fondos europeos, ya que ha recibido 1,8 millones de euros entre 2016 y 2022 del presupuesto europeo de la Política Agraria Común (PAC). Elizalde, añade: “Los hechos observados en esta granja no son un caso aislado. La violencia en la industria ganadera es sistemática, porque se trata a los animales como máquinas en una fábrica, no como los seres sintientes que son. Demandamos al Gobierno y los supermercados acciones urgentes para poner fin a las granjas de los horrores”.
La granja investigada vende a supermercados y distribuidores asiáticos en España para su posterior uso en restaurantes. Estas empresas venden cabezas, patas y pato completo procedente de esta granja. Además, la granja comercializa plumas de pato para su uso en la fabricación de chaquetas o colchas para la industria textil.



